martes, 20 de agosto de 2024

LA VIDA ES COMO JUGAR AJEDREZ

 


La comparación entre la vida y el ajedrez es bastante acertada, ya que ambas comparten ciertas similitudes en cuanto a estrategia, toma de decisiones y capacidad para anticipar y adaptarse a diferentes situaciones. Aquí te presento algunas maneras en las que la vida puede ser similar a jugar ajedrez:

  • Planificación y estrategia: Tanto en la vida como en el ajedrez, es necesario planificar y desarrollar estrategias para alcanzar nuestros objetivos. En el ajedrez, cada movimiento tiene consecuencias y hay que pensar varios pasos por delante; de forma similar, en la vida, nuestras decisiones y acciones cotidianas pueden impactar nuestro futuro de manera significativa.
  • Toma de decisiones: En el ajedrez, cada jugador debe evaluar cuidadosamente las posibles jugadas y sus consecuencias antes de tomar una decisión. En la vida, también enfrentamos constantemente situaciones en las que debemos tomar decisiones importantes, considerando las diferentes opciones y sus posibles implicaciones.
  • Adaptabilidad: Tanto en el ajedrez como en la vida, es crucial ser capaz de adaptarse a los cambios y a las circunstancias imprevistas. En el ajedrez, un buen jugador sabe ajustar su estrategia según la evolución del juego; de igual manera, en la vida, la capacidad de adaptación nos permite enfrentar los desafíos y dificultades con flexibilidad y creatividad.
  • Pensamiento estratégico: Tanto en el ajedrez como en la vida, se requiere un pensamiento estratégico para anticipar posibles obstáculos, identificar oportunidades y tomar decisiones informadas. Desarrollar esta habilidad nos ayuda a ser más proactivos y a maximizar nuestras posibilidades de éxito tanto en el tablero como en nuestra trayectoria personal y profesional.
  • Persistencia y paciencia: Tanto en el ajedrez como en la vida, la persistencia y la paciencia son cualidades fundamentales para alcanzar nuestras metas a largo plazo. En el ajedrez, un jugador puede encontrarse en situaciones complicadas que requieren resistencia y paciencia para encontrar la mejor jugada; de manera parecida, en la vida, a menudo enfrentamos obstáculos y contratiempos que demandan constancia y determinación para superarlos.

En conclusión, la comparación entre la vida y el ajedrez nos invita a reflexionar sobre las analogías en cuanto a estrategia, toma de decisiones, adaptabilidad y pensamiento estratégico que ambas actividades comparten. Al aplicar principios ajedrecísticos como la planificación, la adaptación y la perseverancia en nuestra vida diaria, podemos potenciar nuestras habilidades para enfrentar los desafíos con mayor claridad, eficacia y resiliencia. 

El juego de ajedrez y la vida misma son verdaderos campos de aprendizaje y crecimiento personal.




viernes, 26 de julio de 2024

EL AUTOLIDERAZGO

 


El autoliderazgo es, efectivamente, un componente fundamental para desarrollar habilidades de liderazgo efectivas. Se refiere a la capacidad de dirigir y gestionar nuestra propia vida, decisiones y acciones. 

El autoliderazgo es crucial en el camino hacia el liderazgo, aquí te comparto algunas razones:

  • Autoconocimiento: El autoliderazgo comienza con un profundo conocimiento de uno mismo, incluyendo nuestras fortalezas, debilidades, valores y motivaciones. Este autoconocimiento es esencial para liderar a otros de manera efectiva.
  • Responsabilidad personal: Los líderes efectivos asumen la responsabilidad de sus acciones y decisiones. Practicar el autoliderazgo implica reconocer que somos responsables de nuestras propias vidas y del impacto que tenemos en los demás.
  • Gestión emocional: Un buen líder debe ser capaz de gestionar sus emociones y reacciones. El autoliderazgo nos ayuda a cultivar la inteligencia emocional, lo que a su vez mejora nuestras relaciones interpersonales y nuestra capacidad para influir en otros.
  • Establecimiento de metas: El autoliderazgo nos permite definir y perseguir nuestras propias metas. Este establecimiento de objetivos es una habilidad clave que también se aplica al liderazgo de equipos y organizaciones.
  • Rol modelar: Los líderes deben ser ejemplos a seguir. Practicar el autoliderazgo no solo nos ayuda a crecer personalmente, sino que también influye en los demás de manera positiva, inspirando a otros a desarrollar sus propias habilidades de liderazgo.
  • Resiliencia y adaptabilidad: El autoliderazgo fomenta la resiliencia, permitiéndonos enfrentar dificultades y adaptarnos a cambios. Un líder debe ser capaz de enfrentar desafíos y guiar a su equipo a través de ellos.
  • Toma de decisiones: Al aprender a liderarnos a nosotros mismos, desarrollamos la capacidad de tomar decisiones más informadas y alineadas con nuestros valores, lo que es esencial cuando estamos en posiciones de liderazgo.

Tomando en consideración, lo antes mencionado, es curiosa la reflexión de esta frase: “Liderar a otros es una fortaleza. Liderarte a ti mismo es el verdadero poder.” Lao Tzu (Filósofo chino – C. s. VI ac.)

Por ello, es interesante analizarla para mejor comprensión. 

Cuando hace referencia sobre que liderar a otros es una fortaleza, es importante tomar en consideración que esta parte de la frase subraya la idea de que tener la capacidad de guiar o influir en los demás es una habilidad valiosa. Liderar a otros implica comprender sus necesidades, motivaciones y habilidades, así como ser capaz de comunicar una visión y generar confianza.

Ahora bien, cuando elige la palabra “fortaleza”, sugiere que no sólo se trata de un don natural, sino que también implica esfuerzo, valentía y una serie de habilidades interpersonales como la empatía, la comunicación y la toma de decisiones.

Por lo tanto, en contextos como el laboral, social o político, el liderazgo es crucial para alcanzar objetivos comunes y fomentar el trabajo en equipo.

En relación con el segundo párrafo: Liderarte a ti mismo es el verdadero poder, esta parte hace énfasis que el verdadero poder reside en la capacidad de ejercer control sobre uno mismo. Esto incluye la autodisciplina, el autoconocimiento y la autorregulación. El autoliderazgo, implica reconocer nuestras propias metas, gestionar nuestras emociones, tomar decisiones conscientes y asumir la responsabilidad de nuestras acciones. Es un proceso interno que permite a las personas ser proactivas y no reactivas en su vida. Mientras que liderar a otros puede depender de factores externos y relaciones interpersonales, el autoliderazgo es un poder interno que proviene de la autonomía y la integridad personal.

En conclusión, el autoliderazgo no sólo es el primer paso para convertirse en un líder, sino que también es un proceso continuo que enriquece nuestra capacidad para influir positivamente en los demás y conducir con eficacia. Potenciar nuestras habilidades de autoliderazgo nos prepara mejor para los desafíos del liderazgo formal y nos permite construir equipos más fuertes y cohesivos.


viernes, 14 de junio de 2024

VALOR PERSONAL: ¿CUÁNTO TE VALORAS?

 



Todos tenemos temas favoritos de los que nos encanta hablar y de los que nos gusta aprender. En mi caso, me cautiva el tema sobre la valía personal, considero que es porque en un momento de mi vida, me sentía perdida y no me daba cuenta de mi valor. Por ello, poner en juego el valor personal es algo que no debería pasar por nuestro cerebro, ni siquiera como una ráfaga de luz, en ocasiones tendemos a creer que valemos menos de lo real, y eso no es así. El valor es algo interno, intrínseco que viene contigo por el sólo hecho de haber nacido. Ser valioso/a es tomar consciente que todo empieza por casa, porque si tú no te valoras, nadie lo hará por ti. Es estar consciente de todo eso que has logrado a lo largo de tu vida.

Por consiguiente, la valía de una persona no se mide por su riqueza material o su status social, sino por sus cualidades humanas, su capacidad de amar, su empatía y su generosidad. Cada individuo tiene un valor único e invaluable que no puede ser cuantificado en términos monetarios. Todos tenemos algo especial que aportar al mundo y es importante reconocer y valorar nuestra propia valía.

Por lo tanto, el amor propio y la autoestima son fundamentales para reconocer nuestra valía personal. Aprender a valorarnos a nosotros mismos y a aceptarnos tal como somos nos ayuda a construir una sólida autoestima que se refleja en todas nuestras acciones y relaciones. Debemos recordar que somos únicos y especiales, enriquecidos por nuestras experiencias y virtudes, y que merecemos respeto y reconocimiento.

Sin embargo, la sociedad actual suele valorar a las personas en función de su éxito profesional, su apariencia física o su estatus social, lo cual puede afectar la percepción que tenemos de nosotros mismos. No obstante, es importante recordar que nuestra valía no se limita a estos aspectos superficiales, sino que proviene de nuestra autenticidad, nuestra capacidad de superación y nuestra forma de relacionarnos con los demás.

Así pues, nadie tiene el derecho de menospreciarte o de hacerte sentir inferior, ya que cada persona merece ser tratada con respeto y dignidad. Tu valía no depende de la opinión de los demás, sino de tu propia percepción de ti mismo/a y de cómo te valoras. Debes aprender a ser tu mejor aliado y a creer en tus capacidades y en tu potencial.

Por ello, reconocer que nuestra valía
no tiene precio nos ayuda a desarrollar una actitud positiva hacia la vida y a enfrentar los desafíos con mayor confianza y determinación. Cuando nos valoramos a nosotros mismos/as, somos más capaces de valorar a los demás y de construir relaciones basadas en el respeto mutuo y la aceptación. Cultivar una autoestima saludable es fundamental para nuestro bienestar emocional y para alcanzar nuestra plenitud como seres humanos.

El tiempo me ha enseñado a valorar, a respetar y celebrar el potencial que tiene cada persona para hacerle frente a las circunstancias de la vida, valoro el autoconcepto que tienen de sí mismas sin importar las palabras negativas de los demás, me complace verlas festejar sus logros y demostrase a sí mismas las habilidades y capacidades que las hacen especiales.

Ámate incondicionalmente y nunca subestimes el poder transformador de tu propia valía.

Norys Zerpa


martes, 4 de junio de 2024

ACÉPTATE Y ÁMATE TAL COMO ERES!

 


El amor propio es la capacidad de valorarse a uno mismo, de reconocer nuestras cualidades y aceptar nuestras imperfecciones. Es la base fundamental de una buena autoestima, ya que nos permite sentirnos seguros de nosotros mismos y confiar en que somos capaces de superar cualquier obstáculo que se nos presente en la vida. El amor propio nos ayuda a establecer límites sanos en nuestras relaciones y a no depender del reconocimiento de los demás para sentirnos felices.

Asimismo, el amor propio es la base de la salud mental y emocional de una persona. Cuando una persona tiene un buen nivel de amor propio, se valora a sí misma, se respeta y se acepta tal como es. Esto le permite establecer límites sanos, tomar decisiones que favorecen su bienestar y aprender a cuidarse a sí misma.

La autoestima, por otro lado, es la evaluación que hacemos de nosotros mismos a nivel emocional, cognitivo y conductual. Una autoestima saludable nos permite manejar de forma adecuada las críticas y los fracasos, y nos ayuda a mantener una actitud positiva frente a la vida. Cuando valoramos y respetamos nuestra persona, somos capaces de establecer metas realistas y trabajar en alcanzarlas sin caer en la autocomplacencia o la autocrítica excesiva.

El amor propio y la autoestima se construyen a lo largo de nuestra vida a través de nuestras experiencias, nuestras relaciones y nuestros pensamientos. Es importante cultivar el autocuidado emocional y aprender a valorarnos de forma incondicional, independientemente de los errores que hayamos cometido en el pasado. Cuando nos aceptamos y nos queremos tal y como somos, somos capaces de vivir una vida plena y feliz, sin depender del juicio de los demás para sentirnos realizados.

Por consiguiente, el amor propio y la autoestima son fundamentales para nuestro bienestar emocional y nuestra felicidad. Cultivarlos requiere de trabajo y dedicación, pero los beneficios que obtenemos al amarnos a nosotros mismos son incalculables. Aprender a valorarnos, a cuidarnos y a respetarnos es la mejor inversión que podemos hacer en nuestra vida, ya que nos permite ser más felices, más seguros de nosotros mismos y más capaces de enfrentar los desafíos que se nos presenten en el camino.

También, el amor propio y la aceptación están estrechamente relacionados, ya que el amor propio es la base para poder aceptarse a uno mismo. Cuando una persona se ama a sí misma, se acepta tal como es, con todas sus virtudes y defectos.

El amor propio implica tener una actitud positiva hacia uno mismo, valorarse, respetarse y cuidarse. Esto permite a la persona aceptarse tal como es, sin intentar cambiar o pretender ser alguien que no es.

Así pues, la aceptación es fundamental para cultivar el amor propio. Aceptar nuestras imperfecciones, errores y limitaciones nos permite aceptar también nuestras cualidades y virtudes, de manera equilibrada.

El amor propio y la aceptación se refuerzan mutuamente. A medida que una persona se ama a sí misma, es más fácil aceptarse y viceversa. Ambos aspectos son fundamentales para una buena salud emocional y bienestar personal.

Acéptate y ámate tal como eres, sin juicios y sin prejuicios. Vive, ama y sé feliz.


@noryszerpacoach





miércoles, 15 de mayo de 2024

LAS ESTACIONES DE LA VIDA


 

 

Cada suceso de nuestra vida tiene una estación, un momento adecuado; no se produce en un orden casual. Por ello, nadie está exento de cambios de estaciones en su vida, porque las mismas, con sus matices, nos invitan a aceptarla y a vivirla.  Cada estación del año tiene su propósito, asimismo, cada evento que nos sucede, también tiene su razón de ser.  En la vida experimentamos temporadas felices, como un nuevo empleo y tener hijos, sin embargo, también experimentamos épocas tristes, como la pérdida de un ser querido. Cada evento que llega a nuestra vida, son como las estaciones del año y cada una de ellas son especiales. En muchas ocasiones, es necesario experimentarlas para madurar y crecer.

Las estaciones no son eternas; son pasajeras. Por lo tanto, es de gran valor comprender que nuestras estaciones también son pasajeras y con un propósito; no obstante, lo valioso es lo que hacemos en cada momento. En consecuencia, no te saltes ninguna estación, porque no puedes cambiar el otoño por el verano, sino, aceptar lo que estás viviendo para continuar con tu proceso. La forma en la que enfrentamos una estación influye enormemente en cómo vivimos las sucesivas.  Todo lo que sembramos en una estación repercute en la cosecha que recogemos en la siguiente. Por eso, lo importante es abrazar cada estación en su orden correcto para un viaje fructífero y agradable.

Por otra parte, es importante no aferrarse demasiado a una estación, debido a que puede tener efectos negativos. Imagínate llevar ropa de invierno en pleno verano.  Dejar atrás el invierno es esencial para continuar el viaje. Abraza el verano, porque esa es tu realidad y aprovecha plenamente las oportunidades que te ofrece la siguiente estación. No te apresures, todo tiene su momento. Por ende, aprende a soltar, porque esto te permitirá avanzar y entrar con alegría en la nueva estación que te espera.  Sé amable con tus momentos y ten presente que ninguna estación es perfecta. Cada una de ellas tiene sus propias complicaciones.

Disfruta cada estación, porque la vida es corta. Así pues, no lo dejes para la próxima cosecha, elimina las excusas y actúa. Atrévete a vivir cada estación con sus pros y sus contras. Experimenta todo lo que puedas de ellas, porque cada una con su aroma, calor, frío y tormenta nos convierten en personas poderosas.

Cada vida tiene sus propias cuatro estaciones y vienen  y se van con frecuencia, pasando por encima de nuestros proyectos, esperanzas, miedos, sueños y deseos.

Aquí te digo en qué consiste cada una de estas llamadas estaciones o temporadas de vida:

Invierno: son los tiempos de desesperación, de desaliento, de adversidad, dolor, problemas, retos, incertidumbre, pena, decepción, resentimiento, la conclusión de algún ciclo y de miedo.

Primavera: es el tiempo de la esperanza, de los sueños, de los nuevos comienzos, de los planes, las metas, las oportunidades, las creencias optimistas y de confianza.

Verano: es el tiempo para la relajación, la diversión, el disfrute, los recuerdos maravillosos, la confianza, las creencias, el esfuerzo, las risas, los viajes, las vacaciones, los días fáciles y las noches placenteras.

Otoño: es tiempo de cosecha, de éxitos, de sueños realizados, logros, paciencia, recompensas y satisfacción.

Las estaciones de la vida no vienen en un orden en particular, a diferencia de las estaciones de la naturaleza. 

Recuerda que, cada una de nosotros, durante el tiempo que dura nuestro viaje, podemos pasar por estos ciclos o estaciones del año y movernos de verano a otoño y de nuevo al verano. En la vida, una etapa pudiera durar días, meses o años, dependiendo de la forma de pensar, actuar y comportarnos en cada época.

Así como las estaciones pasan, la vida también pasa y nuestro compromiso es aprender a fluir con ella.

En consecuencia, no podemos cambiar las estaciones del año, es inevitable. No podemos cambiar los sucesos que nos han ocurrido, pero si podemos cambiar  nuestra perspectiva.  No podemos cambiar la dirección del viento, pero si podemos ajustar las velas para que nos lleve a un destino mejor. 

No te olvides de vivir. Vive cada estación y disfruta de ella.


Norys Zerpa



miércoles, 24 de abril de 2024

LA VIDA Y SUS MATICES


La vida no es una línea recta, porque, de serlo, todo sería muy aburrido. El universo, el cosmos, el clima, los sentimientos y las emociones son variables y tenemos que aprender a vivir con ellos. Sin embargo, en ocasiones idealizamos estar bien y queremos ver el mundo perfecto. Deseamos que todo nos resulte tal y como lo esperamos, pero así no es. Y, esto es lo más bonito de vivir. Vinimos a este mundo para aprender, para crecer, para evolucionar y para ver el color rosa a cualquier situación a pesar de la borrasca que pueda presentarse en el camino.

El secreto para gozarnos esta vida es saberle sacar provecho a cada situación, todo tiene su razón de ser. Nada dura para siempre. Algunas veces los días más oscuros, son los que nos han hecho reflexionar y avanzar. Por eso te recomiendo que jamás te rindas, que continúes con este hermoso viaje, que persigas tus sueños y que dejes fluir el tiempo, porque el tiempo de Dios es perfecto. 

En ocasiones somos muy racionales y queremos encontrar la respuesta exacta de cada evento, pero déjame decirte que, así no funciona el universo. Hay que dejar fluir, vivir el momento y preguntarnos “para qué me pasa esto” sin victimizarnos.  Estamos en constante evolución, en constante brillo y no podemos permitir que nada nos quite nuestra luz interior. No tengas miedo de sonreír, de llorar, de cometer errores. Recuerda que no estamos en este presente para ser perfectos sino para ser felices.

En la vida necesitamos de todo y de todos. Ella requiere de lo dulce, de lo amargo, de lo salado, de lo picante y hasta de la gelatina sin sabor. Cada circunstancia nos llena de aprendizajes, de sabiduría y de resistencia. 

Sé agradecido con tu corazón, por darte intuición, con el universo por ser tan sabio y perfecto, y ponle amor a todo lo que hagas. Nunca dejes de brillar, de sonreír, de hablarte bonito y de tener pensamientos positivos.  Aprende a bailar bajo la lluvia, aprende a bailar bajo el sol, aprende a bailar descalzo, aprende a bailar con tacones,  fluye con el son de la vida y disfruta sus movimientos y matices. Cada melodía es hermosa, aprende a escucharla y saca lo mejor que tienes en tu interior. Eres lo que das, eres quien defiende sus valores, eres el amor que tienes por dentro y eres lo que exteriorizas. 

Seduce a la vida, sonríele y verás como ella te sonreirá de regreso, con sus matices, sabores y destellos. 


Norys Zerpa


 

martes, 7 de noviembre de 2023

APRENDER A VIVIR...!

 



La vida  es un conjunto de cosas, sí, eso que lees. Cada persona vive su vida como le plazca, sin embargo, los golpes, las caídas y las experiencias, aunque no lo creas, serán las que te guiarán en tu camino hacia la felicidad.

Para aprender a vivir no existe un manual de instrucciones, porque jamás se aprende a vivir, sino que el vivir y las vivencias son un aprendizaje. Lo fundamental, es saber que lo único importante es sentirnos bien con nuestra vida. 

Aprender a vivir, se trata de aceptar las experiencias tal y como se presentan, sin ponerles una etiqueta positiva o negativa. Por ejemplo, en lugar de calificar una situación como triste, dolorosa o excitante, simplemente acéptala y sigue avanzando, aunque no te resulte agradable. No olvides que, en realidad, la mayoría de las situaciones no son positivas ni negativas, que en la vida no se gana, no se pierde, simplemente, se aprende. Naturalmente, son tus expectativas, experiencias y percepciones las que inclina la balanza en una u otra posición.

Vivir la vida es disfrutar de tu existencia. Es respirar, formarse, crecer, amar, compartir. Disfrutar de la vida es sentirse libre, abrazar el día y sonreír. La vida te pertenece y existen caminos que solamente tú puedes transitar y te permita vivir tus propias experiencias.

Aprender a vivir, es saber que la vida se conforma por momentos y experiencias, instantes y situaciones que nos llevan por diferentes senderos, caminos para avanzar y retroceder, para continuar el viaje o trazarnos nuevas metas.

Aprender a vivir, es valorar el aquí y el ahora. Algunas veces desperdiciamos nuestro tiempo comparando las sensaciones que estamos viviendo con las que hemos experimentado en el pasado o con las que podríamos experimentar en el fututo, haciendo que el presente se nos escape. Es esencial que comprendas que cada instante es único e irrepetible. Por ello, vívelo, saboréalo y conviértelo en un lienzo más para tu colección. 

Aprender a vivir, es olvidarse de los prejuicios, estos son una de las principales barreras que nos impiden disfrutar del presente. Enfrenta las situaciones con buena actitud y ábrete a nuevas experiencias que estén alineadas a tus valores, necesidades y deseos.

Aprender a vivir es tener la capacidad de dar las gracias, pero,  hacerlo de corazón, saber darle la vuelta a la queja y convertirla en gratitud.

Todo lo que sucede en nuestra vida es una conspiración del universo contra nosotros. Todo tiene su razón de ser. Por ello, ante esas situaciones debemos afrontar y tener la capacidad de darnos cuenta de la cantidad de cosas maravillosas que tiene la vida. El dolor no es que sea bueno, sin embargo, nos puede traer cosas buenas y positivas. No se trata de buscar el dolor, sino de aprender de el y saber reconocer sus enseñanzas.

Búscale sentido a tu vida y aprende a vivir, VIVIENDO.


///Norys Zerpa