miércoles, 3 de febrero de 2021




Hay quienes afirman no sentir miedo, cosa que no es cierta, porque todos en algún momento hemos sentido miedo a enfrentarnos a diversas situaciones o circunstancias. El miedo es libre y sentirlo es natural. Es por ello, que vivir sin miedo no es posible, pero sí necesario. Lo importante es saber vencer ese miedo que nos bloquea e impide avanzar, porque es una de las mejores formas de crecer como personas y lograr una vida más placentera. 

¿QUÉ ES EL MIEDO? 

Sófocles dejó para siempre una frase definitoria por boca de Corifeo: «Para quien tiene miedo, todo son ruidos». Pues eso, toca pasar del miedo a la voluntad, y del ruido a las buenas noticias.

El miedo es un mecanismo de defensa que se activa ante la sensación de un peligro, que puede ser real o no, pero que estimula sensaciones fuertes y desagradables. 

El miedo es una emoción que nos alerta sobre una posible amenaza y nos indica que debemos tomar precauciones para protegernos, siendo su objetivo principal mantenernos a salvo. Pero, el problema se presenta cuando es el propio miedo el que no nos deja vivir.

DIFERENTES TIPOS DE MIEDOS

Nos vamos a encontrar con diferentes situaciones que provocan miedo. Por ejemplo, cuando nos quedamos solos en casa y sentimos algún ruido, en ese momento nuestra mente comienza a asociarlo a diversos eventos y nos sentimos en peligro. Cuando cruzamos una avenida y un auto nos frena bruscamente, cuando caminamos por calles oscuras y solitarias a altas horas de la noche, en éste caso a pesar de no existir un hecho real que inspire miedo, nuestra mente se desborda con pensamientos fantasiosos e imaginando todos los inconvenientes que pudieran suceder. 

Por lo tanto, el miedo no sólo se presenta cuando percibimos una amenaza real a nuestro “yo físico”, sino también cuando imaginamos situaciones que nos podrían poner en peligro. No obstante, así como sentimos miedo, también, tenemos una capacidad para anticipar el peligro que nos permite tomar medidas para evitarlo y mantenernos protegidos. 

Este tipo de miedo se conoce como miedo racional y por supuesto es totalmente comprensible. Sin embargo, también existen miedos irracionales. Éstos son fáciles de identificar porque nuestra respuesta es completamente exagerada ante el peligro real que representa el estímulo. 

Las fobias son un ejemplo clásico de éste tipo de miedo. También, podemos sentir miedo a hechos del pasado, a sabiendas que no nos volverá a suceder. 

Una de las fobias más particular es el miedo a la oscuridad, conocido como escotofobia, provoca niveles de ansiedad y sensación de pánico, por ello las personas que lo padecen evitan estar en sitios oscuros. 

Particularmente, le tengo pánico a la oscuridad, éste miedo me ha perseguido desde mi  niñez, motivado a que vivía en un caserío que no contaba con energía eléctrica y cuando se acercaba la hora de dormir mi corazón se aceleraba y comenzaba a buscar compañía. 

Siempre le solicitaba a mi mamá que dejase una vela encendida en cualquier sitio de la casa que me sirviera de guía para ubicarme. En una oportunidad la vela se consumió y cuando desperté me sentía perdida y entré en pánico. Mi casa, no tenía puertas y mi habitación era con vista al bosque, lo que me ocasionaba temor y no quería abrir los ojos porque me imaginaba animales salvajes y alimañas entrar y agarrarme. Éste miedo me paralizaba y hasta ahora no he logrado erradicarlo; sin embargo, lo enfrento las veces que se me presenta. 

Por otra parte, con frecuencia nos preguntamos: ¿por qué tenemos miedo?

Sin duda alguna, tenemos miedo porque es un estímulo natural. Todos hemos sentido miedo en algún momento. Y, como lo mencioné anteriormente la función del miedo es precisamente avisarnos de un peligro para ponernos a salvo. El miedo es sinónimo de riesgo. Sentimos miedo cuando deseamos hacer algo y tenemos miedo al fracaso, miedo al rechazo, miedo a las pérdidas, miedo a la muerte y a los grandes cambios. Es por ello, que el miedo nos acompaña en diferentes situaciones y roles de nuestra vida personal y profesional. Todos estos temores son los que nos impiden vivir plenamente y nos hacen permanecer en nuestra zona de confort por miedo a enfrentarnos a lo desconocido, trayendo consigo limitaciones en nuestras metas y acciones. 

El miedo suele paralizarnos y convertirnos en personas inseguras, abandonando así nuestros proyectos. Es entonces, cuando el miedo deja de ser un mecanismo de alerta y se convierte en una actitud ante la vida que va en contra de nuestro crecimiento personal y profesional. 

Cuando decimos tengo miedo, es porque estamos aceptando y reconociendo esa debilidad, pero ésta misma debilidad es la que nos va a llevar al camino del éxito. Se preguntarán: cómo?, pues muy simple, dando el primer paso que no es otra cosa que enfrentarlo. Debemos estar conscientes que no podemos ni debemos eliminar el miedo de nuestra vida, pero si podemos convivir con él sin dejar que nos paralice.

No te escondas del miedo, enfréntalo....

 

Anterior
Primero

post written by:

Aprende conmigo, es un sitio de autoayuda creado para compartir e intercambiar mis experiencias y vivencias conquistadas través de este hermoso viaje llamado VIDA, el cual no ha ido fácil. Sin embargo, enfrentarme a diversas situaciones me encaminaron a descubrir que somos capaces de vencer cualquier obstáculo siempre y cuando tengamos confianza en nosotros mismos. La vida misma, nos va guiando y enseñando diferentes modos de verla y está en nosotros buscar, mirar y escoger lo que nos gustaría ser, hacer y tener. Tenemos el libre albedrío, el cual también nos convertirá en exitosos o fracasados, tomando en cuenta que los fracasos es una herramienta que nos permite descubrir donde fallamos. En éste blog encontrarás un conjunto de técnicas que te ayudarán a impulsar tu desarrollo personal y profesional, a través de nuevas ideas o formas de pensamientos que te permitan generar cambios positivos en tu comportamiento y actitudes, dando como resultado una mejor calidad de vida y el logro de tus objetivos o metas. Así, qué si queremos hacer algo distinto con nuestra vida, lo único que debemos hacer es salir de nuestra “zona de confort”.

0 comentarios: