martes, 13 de abril de 2021

LO IMPORTANTE DE LOS RECUERDOS




Nuestros recuerdos forman parte de lo que somos, de lo que nos permitió tomar las decisiones que tomamos, actuar como actuamos y sobre todo amar como amamos. No seríamos nada sin nuestros recuerdos. Ellos nos permiten volver a vivir y aflorar en nosotros las distintas emociones que nos ocasionaron alegrías, tristezas, rabias, ira y desilusiones. 

Podemos recordar  maravillosos instantes vividos en el pasado, recrearnos en ellos y disfrutar aquellas vivencias, pero también podemos memorizar momentos terribles, desagradables y traumáticos, lo que nos conecta con una experiencia emocional desagradable.

Por ello, gestionar las emociones que los recuerdos pueden ocasionar en nosotros es un aprendizaje fundamental, debido a que nos permitirá, dejar atrás aquello que no se puede cambiar. Esas mismas emociones, también nos han servido como experiencia para crecer como personas y seguir avanzando en la vida. 

No obstante, no podemos recordarlo todo, y esto lo comprobamos cuando algún conocido nos pregunta, por ejemplo: ¿recuerdas aquella vez cuando salimos del examen de matemáticas y yo estaba tan triste, que me invitaste a un café en la panadería que quedaba en la esquina Madrid? Si no lo recordamos inmediatamente, comenzamos a echar la vista hacia atrás y buscamos en nuestra memoria ese día. 

¿Por qué no recordamos algunos momentos? 

La respuesta es simple, la memoria es selectiva, por eso recordamos sólo lo más significativo para nosotros. Los momentos que han marcado tu vida, serán los que recuerdes con alegría, tristeza, rabia, rencor, resentimiento, frustración, entre otros. 

Por otra parte, la infancia es la etapa que une a todas las épocas, porque no importa en cual  hayas nacido, para tener experiencias maravillosas o tal vez otras no tan buenas, pero que también te marcan y definen. 

La infancia es una etapa única y está llena de aprendizajes y recuerdos, donde la familia, los amigos, los sueños, el colegio y la imaginación tuvieron un papel esencial. 

Colecciona recuerdos...¡¡¡

Así pues, seamos coleccionistas de recuerdos, ésta es la mejor manera de ver nuestro crecimiento y desarrollo a lo largo de nuestra vida. Ellos nos servirán para alegrar nuestros días, para darnos cuenta que lo sucedido en cierta etapa no fue más que una herramienta de aprendizaje. 

Pensemos y sentémonos a reír de aquellas anécdotas, que en su momento nos hicieron llorar y te darás cuenta que con el tiempo se convirtieron en un chiste de mal gusto. Recordar el primer novio o novia, ¿quién no lo recuerda?…es imposible no hacerlo, porque esa es una experiencia inolvidable. El nacimiento de tus hijos, el día de tu boda, entre otros, son recuerdos que se quedan impregnados en tu vida por siempre.

Esa amiga con quien solíamos escaparnos y hacer travesuras, las salidas a ciertos lugares sin autorización de nuestros padres, en fin, son muchos los recuerdos bonitos que conservamos y son esos precisamente los que nos llenan de gozo. Empero, no todo en la vida es bonito, siempre existen esos momentos que no deseamos recordar por nada  y que nos marcaron para siempre. 

La pérdida de un ser querido, es un recuerdo que marcará la historia de cualquier persona. Sin embargo, tenemos que aceptar que existen situaciones que no podemos cambiar, debido a que todo inicia, se desarrolla y termina. 

Nuestra mente es traicionera, porque ella nos lleva a donde quiere, los pensamientos negativos los asociamos con recuerdos no gratos; no obstante, estos mismos recuerdos fueron piezas claves en nuestra vida, porque si los memorizamos un poco, nos daremos cuenta de que lo sucedido nos sirvió para vencer obstáculos y estar donde estamos. 

Todo en la vida tiene su razón de ser, por ello, tenemos que agradecer lo bueno y lo malo que nos ha sucedido, porque esas vivencias traen consigo lo que necesitamos para continuar nuestro viaje. 

Tanto los recuerdos gratos como los traumáticos, permanecerán en nuestra memoria, motivado a que nos marcaron de alguna manera y está en nosotros decidir qué hacer con aquellos que nos perturban o atormentan. Lo que nos hace daño, debemos soltarlo, decirle adiós y agradecerle su llegada. Atesoremos todos esos recuerdos que nos hacen erizar la piel de felicidad, esos que cuando los recordamos sentimos que estamos nuevamente en ese sitio disfrutando de lo que hicimos. 

La vida nos brinda infinitas oportunidades, y sólo con los recuerdos podemos darnos cuenta donde estuvimos y donde estamos. Nuestro viaje, está organizado cronológicamente. Cada etapa de nuestra vida tiene su historia y sus recuerdos. Y, esto lo podemos apreciar cuando nos sentamos a ver fotos desde cuando éramos niños. 

Son muchos los recuerdos que las fotos nos hacen revivir. Igualmente, nos han permitido conocer a familiares que ya no están con nosotros. Y, esa simple foto en blanco y negro, que todavía nuestros abuelos o padres conservan con tanto amor, nos lleva a la época de nuestros orígenes.  

Sin embargo, las fotografías no son fuente exclusiva de recuerdos, porque en ocasiones no hace falta tenerlas para recordar los momentos que marcaron nuestra historia en el viaje de la VIDA.  Tenemos la mejor videocámara: la memoria...esa nos hace el recorrido completo con lujos y detalles. 

Particularmente, no conservo foto del nacimiento de mi primera hija, imagínate. Sin embargo, mi memoria conserva ese recuerdo intacto. Sucede que mi hija vino al mundo en un Centro de Salud  y no permitían la entrada de ningún familiar a la sala de parto. Mi ingreso fue un poco traumático. 

Me encontré con muchas mujeres en un pasillo que estaban en trabajo de parto,  unas lloraban, otras gritaban, en fin, me tocó colocarme mis dedos dentro de los oídos para no escuchar tantas cosas. 

Tenía una condición que me ponía en desventaja en comparación con las demás: mi barriga era muy pequeña y como no llamaba la atención, las enfermeras pasaban y me ignoraban. Aunado a ello, estaba tranquila aguantando mi dolor, pero llegó el momento que ya no lo soportaba. Tenía 12 horas en el centro asistencial. Al fin, una enfermera se compadeció de mí y me asistió. Mi hija ya estaba a punto de nacer, lo podía sentir porque casi no podía caminar. La enfermera me tomó del brazo y me llevó a la sala de parto ayudándome a subir en la cama. 

En ese momento ingresa un doctor y ella le comenta todo lo que me está sucediendo y él le responde que lo sentía mucho, pero que su turno ya había terminado.

Por mi mente pasaron mil cosas, entré en pánico, los nervios me traicionaron y temblaba mucho. Mientras la enfermera salía a pedir ayuda, tuve que tomar el control y ayudar a mi hija a venir al mundo. ¡Yo, traje a mi hija al mundo¡...eso me lo repetía una y otra vez. 

La posé sobre mi pecho y contemplando su carita  me decía: no me la van a poder cambiar porque es igualita a su papá...después de eso estuve inconsciente por mucho rato y cuando desperté ya estaba en la habitación. De inmediato pregunté por mi niña y al verla me puse a llorar por la emoción y el amor que sentía al ver ese pedacito de mí, entre mis brazos...¡¡¡

Este recuerdo, a pesar de lo traumático que pudo ser en su momento, forma parte de uno de los episodios más hermosos de mi vida.


Controla tus emociones, acepta todo lo vivido y continúa el viaje hasta que el tren se detenga en tu última parada.

Aunque parezca cosa de juegos...coleccionar recuerdos es lo máximo







Anterior
Próximo

post written by:

Aprende conmigo, es un sitio de autoayuda creado para compartir e intercambiar mis experiencias y vivencias conquistadas través de este hermoso viaje llamado VIDA, el cual no ha ido fácil. Sin embargo, enfrentarme a diversas situaciones me encaminaron a descubrir que somos capaces de vencer cualquier obstáculo siempre y cuando tengamos confianza en nosotros mismos. La vida misma, nos va guiando y enseñando diferentes modos de verla y está en nosotros buscar, mirar y escoger lo que nos gustaría ser, hacer y tener. Tenemos el libre albedrío, el cual también nos convertirá en exitosos o fracasados, tomando en cuenta que los fracasos es una herramienta que nos permite descubrir donde fallamos. En éste blog encontrarás un conjunto de técnicas que te ayudarán a impulsar tu desarrollo personal y profesional, a través de nuevas ideas o formas de pensamientos que te permitan generar cambios positivos en tu comportamiento y actitudes, dando como resultado una mejor calidad de vida y el logro de tus objetivos o metas. Así, qué si queremos hacer algo distinto con nuestra vida, lo único que debemos hacer es salir de nuestra “zona de confort”.

0 comentarios: