miércoles, 9 de junio de 2021

MIEDO A AUTOCONOCERNOS




Cuántas veces has intentado recorrer el camino hacia tu autoconocimiento, seguro que muchas. Sin embargo, a pesar del miedo a no en ese mundo desconocido debes dar el primer paso. No, es nada fácil porque el autoconocimiento es una especie de misterio, debido a que resulta muy difícil conocer cuáles son nuestras motivaciones internas. 

El trabajo se presenta cuando te interesas por descubrir el misterio que hay dentro de ti, ese que te da miedo, el que te paraliza, al que le temes y no quieres descubrir. No obstante, una vez que ingresas  a ese mundo desconocido, sigue el curso, no te detengas, porque esa será la única manera de descubrir parte del misterio. 

Antes de iniciar el viaje hacia el autoconocimiento, primero mírate al espejo y pregúntate si en realidad conoces bien a esa persona que estás mirando o simplemente es un desconocido (a). 

En muchas oportunidades la persona que miramos cada mañana reflejada en el espejo y a quien creemos conocer tan bien, no es más que un desconocido (a). Desconocemos tanto de nosotros mismos y de quienes somos en realidad que en ocasiones hacemos planes confiando en la suerte o simplemente nos abstenemos de emprender nuevos retos porque sencillamente no estamos seguro de lo que somos capaces de lograr.

Es por ello, la importancia de conocernos mejor y comenzar a trasegar el camino del autoconocimiento, que nos brindará beneficios inesperados en nuestras relaciones personales, interpersonales, laborales y lo más maravilloso, con nosotros mismos. 

El viaje hacia el autoconocimiento, no es sólo una sencilla mirada hacia nosotros mismos, todo lo contrario, requiere compromiso y humildad. Debemos reconocer que no conocemos todo de nosotros, que no somos la voz principal del universo y que probablemente todo eso que pensamos de nosotros sólo sea producto de nuestra imaginación.

Imagínate que quieres visitar la casa de campo que tiene tu abuelo en la montaña, pero como tiene tiempo deshabitada lo has pensado un poco. Pasa, que un buen día te decides, agarras tu mochila y te aventuras a emprender el viaje. La incertidumbre de cómo encontrarás la casa, es lo que te incomoda un poco. Sin embargo, como la decisión está tomada, sigues con tu propósito. 

En el trayecto te consigues con varios conocidos quienes te comentan situaciones del lugar y algunos sucesos familiares. Además, te mencionan que la vía hacia la casa no está en buenas condiciones, debido a un derrumbe ocasionado por las lluvias. No obstante, abrieron una vía alterna que te permitirá llegar al lugar. En ese momento te detienes a pensarlo y así pasas un buen rato. 

Transcurrido ese tiempo, te decides a continuar con tu viaje. En el camino te encuentras con varias personas que venían de regreso y se detienen a aconsejarte que debes tener mucho cuidado porque vas solo y el tiempo no está nada favorable. Les escuchas detenidamente agradeciéndoles su preocupación y manifestando tu decisión de seguir con tu ruta.  

En ese instante, cruzaron por tu mente infinidad de pensamientos, que te pusieron a dudar sobre si continuar o no con la aventura. Te sientas en una roca inmensa con vista hacia la montaña y al ver ese paisaje tan bonito, decides continuar.

Las horas pasaron sin darte cuenta y cae la noche. Y, de repente te encuentras parado al frente de la casa. Ahora no sabes que hacer. Sientes miedo porque todo está a oscuras. No quieres abrir la puerta por temor a encontrarte con alguna alimaña o cosa rara en la parte de adentro. Así estuviste un buen rato. Hasta que te decides a abrir la puerta y cuando entras, todo estaba en completa oscuridad. Comienzas a sentir escalofríos por el miedo, sudas y quieres salir corriendo. 

Pero, te abordan pensamientos sobre toda la odisea que pasaste para llegar al lugar, y te decides a buscar el interruptor para encender la luz. Cuando lo encuentras cierras los ojos, porque sientes miedo de ver cómo está y que hay dentro de la casa.

Abres los ojos y para tu sorpresa la casa no estaba tan abandonada como pensabas. Comenzaste a revisar y descubriste algunos animalitos raros y los destruiste. Alegre comenzaste a limpiar la habitación porque era lo primordial en ese momento para continuar con la labor al siguiente día.

Así pues, encontrarnos con nosotros mismos es el miedo más poderoso que existe. Tenemos miedo de encender la luz y ver que tenemos en lo más profundo de nuestro ser.

Por ello, es importante dar el primer paso, porque éste será el inicio de un recorrido que nunca termina  y es precisamente, el que nos permitirá continuar la ruta hacia el autoconocimiento. Si tenemos conocimiento de nosotros, seremos más pacientes con nuestros fracasos y más conscientes de nuestras limitaciones. También, tendremos más confianza en nosotros mismos para lograr las metas.


Anterior
Próximo

post written by:

Aprende conmigo, es un sitio de autoayuda creado para compartir e intercambiar mis experiencias y vivencias conquistadas través de este hermoso viaje llamado VIDA, el cual no ha ido fácil. Sin embargo, enfrentarme a diversas situaciones me encaminaron a descubrir que somos capaces de vencer cualquier obstáculo siempre y cuando tengamos confianza en nosotros mismos. La vida misma, nos va guiando y enseñando diferentes modos de verla y está en nosotros buscar, mirar y escoger lo que nos gustaría ser, hacer y tener. Tenemos el libre albedrío, el cual también nos convertirá en exitosos o fracasados, tomando en cuenta que los fracasos es una herramienta que nos permite descubrir donde fallamos. En éste blog encontrarás un conjunto de técnicas que te ayudarán a impulsar tu desarrollo personal y profesional, a través de nuevas ideas o formas de pensamientos que te permitan generar cambios positivos en tu comportamiento y actitudes, dando como resultado una mejor calidad de vida y el logro de tus objetivos o metas. Así, qué si queremos hacer algo distinto con nuestra vida, lo único que debemos hacer es salir de nuestra “zona de confort”.

0 comentarios: