sábado, 30 de julio de 2022

LA EDAD SUBJETIVA

 



La rueda del tiempo no se detiene. Ella es la encargada de recordarnos nuestra edad cronológica. 

Con frecuencia solemos escuchar: “la edad no importa, lo que importa es cómo me sienta”. Expresiones como estas nos hacen pensar que las consecuencias de nuestra edad no están fijadas por nuestra fecha de nacimiento. Por ello, a nivel mental, es más importante los años que sintamos que tenemos. 

Lo mencionado se refiere al peso de la edad subjetiva en nuestro bienestar. No obstante, es esencial reconocer y aceptar que nuestra edad cronológica nos limita en ciertas ocasiones. Podemos tener ochenta años y sentirnos como de treinta años, sin embargo, debemos estar conscientes que existen actividades que por efectos de la edad no se pueden realizar. Lo importante es mantener buena actitud ante la vida.

Envejecer es algo ineludible, pero transitar por esa etapa de la vida con la mejor actitud puede hacer del proceso algo maravilloso. Una manera de lograrlo es sentirnos mentalmente más jóvenes de lo que ciertamente somos. Esta sería nuestra edad subjetiva, sentirnos que estamos por debajo de nuestra edad cronológica. Con esto no estamos negando la edad que realmente tenemos, sino que con ello lograríamos un gran impacto en nuestra salud. 

Cuando nos miramos al espejo y contemplamos nuestro cuerpo, tal vez no queramos reconocer a esa persona que tenemos al frente, nos digamos aquello de ¡este no soy yo, si por dentro me siento como de 25 años!.  He allí donde está el detalle…esa es la esencia, percibir que en nuestro interior sigue existiendo la misma energía, pasión y goce por disfrutar el día a día, cómo cuando éramos jóvenes.  

En ocasiones nos encontramos con personas jóvenes a quien percibimos más mayor de lo que sinceramente es. Están los que rondan los treinta años y se sienten como si hubieran vivido cuarenta años más.

Vale la pena mencionar este refrán popular: “eres tan viejo como te sientes”, por ello si existe un indicador de bienestar físico y psicológico es el de percibir que, más de un cuerpo que va perdiendo fuerza a través de los años, está una mente que anhela seguir activa y disfrutando de los días por venir. 

Como lo mencioné anteriormente, la edad subjetiva se refiera a los años que realmente la persona siente tener. Por ello, olvídate de tu fecha de nacimiento, importa es cómo nos sentimos, porque esto nos ayuda en nuestro bienestar y nuestra salud. 

No todos hemos tenido una vida llena de bondades y cero dificultades; a pesar de ello, a través de nuestras experiencias de vida hemos atesorado grandes aprendizajes que nos han permitido enfrentar situaciones adversas. La diferencia es que no todos están alineamos a continuar avanzando a pesar de las dificultades, porque muchos se perciben más cansados, más angustiados y con menos posibilidades de lo permitido. Por tanto, una vida marcada por el estrés, las decepciones o incluso la vulnerabilidad social nos envejece más rápido.

Sentirse joven tiene muchas ventajas, empero, es ineludible reconocer que envejecer es un proceso complicado lleno de desafíos. Más allá del gradual cambio físico, están los problemas de salud. No todos tienen la fortuna de llegar a una estación de su vida sin haber visitado a su médico de confianza. No vamos a poder evitar todos esos eventos negativos que se originen, pero, la actitud con la que manejemos todas esas circunstancias va a resultar esencial.

Cada etapa de mi vida la he vivido en plenitud, con altos y bajos, siempre con la firme convicción que nada dura para siempre y que todo en la vida tiene su razón de ser. Afortunados los que logran llegar a la edad dorada, esa edad donde los pies se cansan; pese a lo cual, las ganas de seguir caminando continúan impactas. 

He tenido la fortuna de encontrarme con personas que a pesar de su edad cronológica, mantienen una visión positiva ante el envejecimiento. Se mantienen activos estimulando a los demás a través de sus experiencias o impartiendo sus conocimientos de acuerdo a su profesión.  No ven esa etapa de su vida como una limitación, sino como una nueva etapa en la que siguen cultivando la felicidad y las relaciones sociales.

No obstante, también me he cruzado con personas que a pesar de mantener una actitud positiva, están claras sobre su condición de salud y su afán es sólo aferrarse a la voluntad de Dios.  Siempre habrá una razón que nos permita aferrarnos a la vida, hasta que nuestro tren se detenga. 

Actualmente, es curioso ver a personas mayores pidiendo ayuda para aprender a utilizar los teléfonos inteligentes, algo que les hace sentirse visionarios. Las redes sociales han generado un gran impacto en la sociedad y ellos quieren incursionar en ese mundo. La edad subjetiva, en gran parte ayuda a que las personas no pierdan las ganas de seguir aprendiendo y seguir conociendo más personas.

Asimismo, la persona se siente más joven de lo que realmente es, cuando le encuentra sentido a su vida y sigue marcándose metas. 

También, tener una profesión gratificante determina la edad subjetiva, porque permite tener una imagen positiva de nosotros mismos, más allá de la jubilación. No importa la edad que tengamos, lo importante es que tengamos ganas de hacer las cosas.

No le pares a tu partida de nacimiento, ella es sólo un documento indispensable para realizar algunos trámites legales u otros. Enfócate en lo que quieres hacer sin perjudicarte. Recuerda que, en una sociedad como la nuestra, tan crítica de la arruga y estricta con el aspecto físico, vamos a tener que estar preparado y preparada para que nuestra esperanza de vida permanezca intacta y evitar el sufrimiento a nivel mental.

Siempre que estemos preparados para enfrentar esta etapa de nuestra vida, no representará ningún problema. No le tengas miedo a los años, ten miedo a no vivir.  Mantén siempre la ilusión, la esperanza y las ganas por alcanzar nuevos retos.

Mira a tu alrededor y te darás cuenta que hay muchos jóvenes que ya son viejos, es decir, sin motivación, sin propósitos ni objetivos. Igualmente, existe infinidad de personas mayores que desbordan de juventud, de alegría, que contagian con sus ganas de vivir y con ganas por seguir contribuyendo a este mundo y con sus propias vidas.

Entonces, es bueno formularse la siguiente pregunta: ¿Tiene consecuencias negativas verse más joven en la vejez?

La evidencia nos dice que la discrepancia entre la edad real y la edad subjetiva, se convertiría en un problema si conllevase un riesgo para la persona a la hora de valorar sus capacidades. Por ejemplo, aquella persona mayor que se considera todavía joven para realizar determinados ejercicios y no se da cuenta de los cambios físicos que está teniendo.

Aceptar las pérdidas que acarrea hacerse mayor y reajustar las actividades para que continúen siendo interesantes para la persona, no es tarea fácil; no obstante, la aceptación será la encargada de determinar esas capacidades. 

Recomendaciones:

  • Mantente activo, activa. 
  • Haz lo que te gusta. Disfruta de todo aquello que te llena y te hace sentir más joven.
  • Práctica algún deporte.
  • Procura tener una alimentación balanceada.
  • No temas verte al espejo.
  • Usa ropa acorde a tu espíritu juvenil, sin caer en la ridiculez.
  • Baila las veces que quieras.
  • Haz obras sociales.
  • Relaciónate con gente joven que te inspiren alegría y te enseñen a utilizar la tecnología.
  • No te quedes paralizado. Toda etapa tiene su encanto. Vive la tuya sin miedo.
  • Disfruta de tus nietos. Ellos te harán sentir más joven.

Disfruta tu edad subjetiva y olvídate de la edad real mientras puedas. 

Recuerda que, lo importante no es llegar a ser muy mayores. Lo importante es cómo se llega.


Norys Zerpa

Coach personal  


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Aprende conmigo, es un sitio de autoayuda creado para compartir e intercambiar mis experiencias y vivencias conquistadas través de este hermoso viaje llamado VIDA, el cual no ha ido fácil. Sin embargo, enfrentarme a diversas situaciones me encaminaron a descubrir que somos capaces de vencer cualquier obstáculo siempre y cuando tengamos confianza en nosotros mismos. La vida misma, nos va guiando y enseñando diferentes modos de verla y está en nosotros buscar, mirar y escoger lo que nos gustaría ser, hacer y tener. Tenemos el libre albedrío, el cual también nos convertirá en exitosos o fracasados, tomando en cuenta que los fracasos es una herramienta que nos permite descubrir donde fallamos. En éste blog encontrarás un conjunto de técnicas que te ayudarán a impulsar tu desarrollo personal y profesional, a través de nuevas ideas o formas de pensamientos que te permitan generar cambios positivos en tu comportamiento y actitudes, dando como resultado una mejor calidad de vida y el logro de tus objetivos o metas. Así, qué si queremos hacer algo distinto con nuestra vida, lo único que debemos hacer es salir de nuestra “zona de confort”.

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