miércoles, 5 de octubre de 2022

TU EDAD NO TE DEFINE. TE DEFINE TU ACTITUD.

 




La vida es cuestión de actitud, sin embargo, en ocasiones restamos valor a nuestras acciones. Más allá de nuestros triunfos, riquezas o situación personal, lo que hacemos dice mucho sobre nosotros.  No es la edad la que nos define, es nuestra actitud ante la vida. 

No importa la cantidad de credenciales que tengamos, dónde vivamos o el trabajo que tengamos, es la manera en que nos relacionamos con los demás, nuestras actitudes hacia ellos, lo que dice todo de nosotros.

La actitud es la forma en la que enfocamos las diferentes situaciones que tenemos que afrontar.  Son las acciones que nos caracterizan y que todos conocen de nosotros. Cuando saludamos, cuando asistimos a una persona necesitada, estamos demostrando actitudes de educación, amabilidad y solidaridad.

Por ello, no permitas que tú edad le gane a tu actitud. Recuerda que, el tiempo es implacable y no puede comprarse. 

No te pongas límites, al final los años son sólo números. Deja de restarle años a tu vida y súmale buenas obras, aventuras, alegrías, buenos momentos. No te detengas. Abrázate a la vida y deja que sea ella quien dirija tus pasos, a fin de cuentas, es tu mejor maestra.

Nuestras acciones hablan por nosotros. Cada vez que dices o haces, estás comunicándote con las personas que te rodean. Así pues, está en nosotros saber como hacerlo, porque eso puede tener consecuencias positivas o negativas. Por lo tanto, tus hechos deben estar unidos a tus palabras. 

Si realmente quieres ayudar a alguien, hazlo sin pensarlo. Algunas veces esas acciones sólo quedan en el pensamiento y con ello estás proyectando una imagen poco confiable. 

Recuerda que, tú edad es la presión de la sociedad. Cómo llevar tu vida, es tu responsabilidad. Seguro conoces la frase “las palabras se las lleva el viento”. Las palabras se van, las actitudes quedan. Al final de nuestros días, sólo quedará el recuerdo de nuestras acciones, buenas o malas. 

Por otra parte, deja de contar años, estos son sólo números que nada tienen que ver en la forma en cómo vives la vida, en cómo disfrutas el momento, en la manera que contemplas un atardecer a la orilla del mar, tomarte un café con amigos, salir a bailar, cantar, disfrutar de tu familia, reírte a carcajadas las veces que quieras. 

Tú eres el dueño/a de tu vida y por ende de tus actos. No podemos elegir las situaciones que vivimos, sin embargo, podemos elegir la actitud con la que afrontarlas, porque los seres humanos tenemos la libertad de decidir con qué actitud afrontar las cosas.


Norys Zerpa