miércoles, 15 de mayo de 2024

LAS ESTACIONES DE LA VIDA


 

 

Cada suceso de nuestra vida tiene una estación, un momento adecuado; no se produce en un orden casual. Por ello, nadie está exento de cambios de estaciones en su vida, porque las mismas, con sus matices, nos invitan a aceptarla y a vivirla.  Cada estación del año tiene su propósito, asimismo, cada evento que nos sucede, también tiene su razón de ser.  En la vida experimentamos temporadas felices, como un nuevo empleo y tener hijos, sin embargo, también experimentamos épocas tristes, como la pérdida de un ser querido. Cada evento que llega a nuestra vida, son como las estaciones del año y cada una de ellas son especiales. En muchas ocasiones, es necesario experimentarlas para madurar y crecer.

Las estaciones no son eternas; son pasajeras. Por lo tanto, es de gran valor comprender que nuestras estaciones también son pasajeras y con un propósito; no obstante, lo valioso es lo que hacemos en cada momento. En consecuencia, no te saltes ninguna estación, porque no puedes cambiar el otoño por el verano, sino, aceptar lo que estás viviendo para continuar con tu proceso. La forma en la que enfrentamos una estación influye enormemente en cómo vivimos las sucesivas.  Todo lo que sembramos en una estación repercute en la cosecha que recogemos en la siguiente. Por eso, lo importante es abrazar cada estación en su orden correcto para un viaje fructífero y agradable.

Por otra parte, es importante no aferrarse demasiado a una estación, debido a que puede tener efectos negativos. Imagínate llevar ropa de invierno en pleno verano.  Dejar atrás el invierno es esencial para continuar el viaje. Abraza el verano, porque esa es tu realidad y aprovecha plenamente las oportunidades que te ofrece la siguiente estación. No te apresures, todo tiene su momento. Por ende, aprende a soltar, porque esto te permitirá avanzar y entrar con alegría en la nueva estación que te espera.  Sé amable con tus momentos y ten presente que ninguna estación es perfecta. Cada una de ellas tiene sus propias complicaciones.

Disfruta cada estación, porque la vida es corta. Así pues, no lo dejes para la próxima cosecha, elimina las excusas y actúa. Atrévete a vivir cada estación con sus pros y sus contras. Experimenta todo lo que puedas de ellas, porque cada una con su aroma, calor, frío y tormenta nos convierten en personas poderosas.

Cada vida tiene sus propias cuatro estaciones y vienen  y se van con frecuencia, pasando por encima de nuestros proyectos, esperanzas, miedos, sueños y deseos.

Aquí te digo en qué consiste cada una de estas llamadas estaciones o temporadas de vida:

Invierno: son los tiempos de desesperación, de desaliento, de adversidad, dolor, problemas, retos, incertidumbre, pena, decepción, resentimiento, la conclusión de algún ciclo y de miedo.

Primavera: es el tiempo de la esperanza, de los sueños, de los nuevos comienzos, de los planes, las metas, las oportunidades, las creencias optimistas y de confianza.

Verano: es el tiempo para la relajación, la diversión, el disfrute, los recuerdos maravillosos, la confianza, las creencias, el esfuerzo, las risas, los viajes, las vacaciones, los días fáciles y las noches placenteras.

Otoño: es tiempo de cosecha, de éxitos, de sueños realizados, logros, paciencia, recompensas y satisfacción.

Las estaciones de la vida no vienen en un orden en particular, a diferencia de las estaciones de la naturaleza. 

Recuerda que, cada una de nosotros, durante el tiempo que dura nuestro viaje, podemos pasar por estos ciclos o estaciones del año y movernos de verano a otoño y de nuevo al verano. En la vida, una etapa pudiera durar días, meses o años, dependiendo de la forma de pensar, actuar y comportarnos en cada época.

Así como las estaciones pasan, la vida también pasa y nuestro compromiso es aprender a fluir con ella.

En consecuencia, no podemos cambiar las estaciones del año, es inevitable. No podemos cambiar los sucesos que nos han ocurrido, pero si podemos cambiar  nuestra perspectiva.  No podemos cambiar la dirección del viento, pero si podemos ajustar las velas para que nos lleve a un destino mejor. 

No te olvides de vivir. Vive cada estación y disfruta de ella.


Norys Zerpa