Todos tenemos temas favoritos de los que nos encanta hablar y de los que nos gusta aprender. En mi caso, me cautiva el tema sobre la valía personal, considero que es porque en un momento de mi vida, me sentía perdida y no me daba cuenta de mi valor. Por ello, poner en juego el valor personal es algo que no debería pasar por nuestro cerebro, ni siquiera como una ráfaga de luz, en ocasiones tendemos a creer que valemos menos de lo real, y eso no es así. El valor es algo interno, intrínseco que viene contigo por el sólo hecho de haber nacido. Ser valioso/a es tomar consciente que todo empieza por casa, porque si tú no te valoras, nadie lo hará por ti. Es estar consciente de todo eso que has logrado a lo largo de tu vida.
Por consiguiente, la valía de una persona no se mide por su riqueza material o su status social, sino por sus cualidades humanas, su capacidad de amar, su empatía y su generosidad. Cada individuo tiene un valor único e invaluable que no puede ser cuantificado en términos monetarios. Todos tenemos algo especial que aportar al mundo y es importante reconocer y valorar nuestra propia valía.
Por lo tanto, el amor propio y la autoestima son fundamentales para reconocer nuestra valía personal. Aprender a valorarnos a nosotros mismos y a aceptarnos tal como somos nos ayuda a construir una sólida autoestima que se refleja en todas nuestras acciones y relaciones. Debemos recordar que somos únicos y especiales, enriquecidos por nuestras experiencias y virtudes, y que merecemos respeto y reconocimiento.
Sin embargo, la sociedad actual suele valorar a las personas en función de su éxito profesional, su apariencia física o su estatus social, lo cual puede afectar la percepción que tenemos de nosotros mismos. No obstante, es importante recordar que nuestra valía no se limita a estos aspectos superficiales, sino que proviene de nuestra autenticidad, nuestra capacidad de superación y nuestra forma de relacionarnos con los demás.
Así pues, nadie tiene el derecho de menospreciarte o de hacerte sentir inferior, ya que cada persona merece ser tratada con respeto y dignidad. Tu valía no depende de la opinión de los demás, sino de tu propia percepción de ti mismo/a y de cómo te valoras. Debes aprender a ser tu mejor aliado y a creer en tus capacidades y en tu potencial.
Por ello, reconocer que nuestra valía
no tiene precio nos ayuda a desarrollar una actitud positiva hacia la vida y a enfrentar los desafíos con mayor confianza y determinación. Cuando nos valoramos a nosotros mismos/as, somos más capaces de valorar a los demás y de construir relaciones basadas en el respeto mutuo y la aceptación. Cultivar una autoestima saludable es fundamental para nuestro bienestar emocional y para alcanzar nuestra plenitud como seres humanos.
El tiempo me ha enseñado a valorar, a respetar y celebrar el potencial que tiene cada persona para hacerle frente a las circunstancias de la vida, valoro el autoconcepto que tienen de sí mismas sin importar las palabras negativas de los demás, me complace verlas festejar sus logros y demostrase a sí mismas las habilidades y capacidades que las hacen especiales.
Ámate incondicionalmente y nunca subestimes el poder transformador de tu propia valía.
Norys Zerpa
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